MOMENTOS
Área 207
A ciento veinte por hora, volviendo de las playas levantinas, aburrido de los límites de velocidad y del paisaje decido parar en el área 207 pero antes de virar hacia la izquierda, percibo el campanario de un pueblito, Caudete de las Fuentes y por un impulso que aún no acierto a identificar, decido ir hacia ese lugar sin historia destacable y con un yacimiento arqueológico en las afueras del casco urbano.
Nada más enfilar la recta que llega a la rotonda que tiene todo pueblo que se precie en España ya he decidido que va a ser allí, en ese merendero del que me han llegado unos aromas irresistibles de carnes a la brasa y donde se divierten los vecinos de Caudete, el lugar en el que voy a hacer la parada de rigor de un viaje de vuelta de Semana Santa. 
¡Qué ambiente!, ¡qué diferencia con el Área 207!, la gente aquí está contenta, conversan relajados, beben, comen y algo de ese relax me lo han transmitido a mí que voy acelerado camino de Madrid pensando en lo que tengo que hacer mañana. 
En la parrilla los hombres asan las chuletas y las chacinas mientras las nueras preparan las mesas del merendero con hules de colores estridentes. Los demás se concentran en torno al chiringuito bebiendo tercios de cerveza y sudando alegría y jolgorio. Es auténtico, sin playa pero auténtico. Las suegras bajan por la calleja con unas cacerolas de las de loza vieja granate con desconchones llenas de no sé qué manjares que me quedo con ganas de probar.
La gente sencilla de los pueblos disfruta mucho de estos momentos y tendría yo que ser de Caudete de las Fuentes para poder llegar a participar de lo que se cuece hoy aquí. 
En cambio la gente del área 207 va ajetreada, comen a prisa y pagan el doble por un tercio que a mí, hoy me ha costado 1,50 y me ha sabido a gloria. 
Generalmente en las Áreas de servicio la gente entra cansada y sale cabreada. No hay mesa, no se puede sacar el tupper, no se puede mear sin consumir, no se puede consumar sin consumir, no se puede hacer nada ¡coño!. 
Yo las llamaría «áreas de no servicio» porque todo es aservicial, (creo que esta palabra no existe pero si es así ahí queda dicha) decía que todo es frío y poco acogedor para el conductor que busca un poco de descanso. Pero ¡para eso están las zonas de descanso! diría el camarero chuleta de cualquiera de nuestras áreas de servicio. ¡¡Y no se olvide de salir por la tienda en la que encontrará las mismas cosas que en un chino pero tres veces más caras!! Eso sí, las navajas de Albacete son auténticas!
A decir verdad hay algunas áreas históricas que se salvan como casa Pepe en despeñaperros, ¡¡viva Franco!!, la del km 103 en la carretera de Barcelona ¡¡vivan los bocadillos de chistorra!! o Landa, a la salida de Burgos ¡¡vivan sus morcillas!!! 
Y tantas que seguro hay y no conozco pero la media es bastante deprimente y las que aún quedan como símbolo de una tradición de España que se va perdiendo lentamente están en peligro de extinción. 
A nosotros que somos de Madrid no nos queda más remedio que abonar la consumición y salir pitando para no pillar atasco. 
Sigamos

15 abril 2017
© Miguel Ángel Blázquez
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