POESÍA
Cualquier baratija dura más que su dueño
Fíjate bien,
mira alrededor,
están en todas partes.
Seres de corazón gris
con bolsas de marca
paseando su tristeza burguesa
por las calles de moda.
Cientos, miles, millones
con el deseo podrido
de tanto ocultarlo
tras el portón automático
del bienestar.
Cuerpos grises
perfumados de Loewe
escondiendo su mirada aburrida
tras el último modelo de Prada,
comprando felicidad efímera
en la ciudad de los excesos.
«Cualquier baratija
dura más que su dueño»
repetía Unamuno.
Pesimista, dirán algunos,
realista digo yo.
¿Lo ves?
Gris es el corazón acomodado
funesto,
frío,
gris cemento.
renuncia,
plomo
con un pestilente
olor a derrota.
En la puerta de la Iglesia
una sonrisa harapienta,
luminosa,
pide limosna temblando de frío.
Mirándome a los ojos sonríe,
me da lo que no tengo.
¿Y tú?
¿Cuál es tu color?,
Si eres gris,
desnúdate,
mírate en el espejo del alma,
más adentro,
sin miedo a perder
lo que no eres.
Llegarás al lugar
en el que nace hoy
el Amor,
la verdadera Alegría.
 
25 diciembre 2018
© Miguel Ángel Blázquez

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