POESÍA
Llanto de luna llena
Espectáculo del ocaso
iluminado
por la luz de los amantes,
aburrida de ser musa
de tantos poetas
que solo la besan
con palabras.
Está preciosa,
recostada
en la cima del Moncayo,
arropada
con su manta de nubes,
desnuda y pura
con un conjunto blanco
de seda fina,
entregada,
una noche más,
al infinito amante.
En el valle
los chopos escuálidos
tiritan de soledad,
ateridos,
entrelazados,
como si quisieran darse
un calor imposible
en el paisaje huraño
de la vieja Castilla.
¡¡¡Cuántas veces
habrán llorado los poetas
por no poder abrazarla!!!
Tantas como ella por no ser amada.

Camino de Roncesvalles
Moncayo, 23 noviembre 2018
© Miguel Ángel Blázquez
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